Medicina Estetica cambiando paradigmas

 

MEDICINA ESTÉTICA, CAMBIANDO PARADIGMAS

Por Dra Natalia Upegui

Director Consulta Dra Natalia Upegui

 

Difiriendo de lo que piensas los tratamientos faciales inyectados ofrecen resultados naturales, armónicos, sutiles y acordes a tu edad, informarse bien es menester para comprender qué nos ofrece la medicina estética hoy en día…es hora de eliminar prejuicios…adelante!

 

Hay ciertas conversaciones que suelo tener en mi consulta mínimo dos o tres veces al día referentes a la medicina estética, sus posibilidades y resultados. Las conclusión que he sacado de ello es que hay un enorme desconocimiento y desinformación en las/los pacientes respecto al tema, están mal informados y tienen ideas preconcebidas erróneas y a veces tan arraigadas que implica por parte del profesionales una charla intensa de confrontación para abrir su mente a nuevos conceptos.

 

Es comprensible el fenómenos dado el momento en que estamos ubicados, era de la sobreinformación, del mass media, bombardeos mediáticos y sobrecarga de ideas. Es difícil a veces entre tanta abundancia saber escoger, saber qué leer, qué no leer, en qué creer y en qué no, implica un criterio sólido por parte del lector y cierto conocimiento del tema en cuestión para saber discernir. Parte de la intención de éste artículo es dar herramientas básicas a los pacientes para que puedan informarse, y no malinformarse como usualmente ocurre.

 

Cuando un paciente acude a la consulta indudablemente es porque tiene una inquietud estética que quiere resolver o despejar. Cuando empezamos a hablar y les menciono entre las opciones terapéuticas por ejemplo la toxina botulínica mal conocida como “botox” (entiéndase botox como una de las varias marca comerciales registradas y en España sólo usada dentro del ámbito hospitalario) inmediatamente saltan las alarmas, las pacientes se tornan nerviosas y exclamas cosas como “a mi cualquier cosa pero eso no” “yo no quiero quedar rara” “esas personas estiradas que ni pueden hablar se ponen mucho botox y me parece que se ve horrible” entre tantas otras cosas, incluso en el ambiente popular ésta es la reacción común a la palabra botox, el otro día me hizo gracia mi abuelo (sí, has leído bien, mi abuelo, somos familia de genes longevos!) hacerme un comentario muy similar al respecto. Ante ésta reacción yo siempre les pregunto, bueno, entiendo tus miedos, pero tú sabes qué es el “botox”? sorprendentemente casi ninguna sabe. Otra pregunta qué les hago es “Por qué dices que el botox deja a las personas raras? A lo que me responden: porque eso es lo que dicen, o porque eso es lo que leí en una revista, o porque eso es lo que tiene X o Y celebridad y está horrible. Es decir, éstas reacciones de miedo están respaldadas por una malinformación aterradora del carácter del rumor, no de publicaciones médicas serias, respaldadas, profesionales. Me asombra y me llega a asustar un poco el impacto que puede tener una idea, una foto, un comentario, así sea falso, por la difusión que se le da.

 

La conclusión a la que he llegado, en resumen, es que la palabra botox está asociada popularmente con quedar espantosa y la medicina estética o “inyectarse el rostro” con quedar rara y como médico les comento que nada más lejano de la realidad. Con el ácido hialurónico pasa algo similar cuando tocamos el tema de los labios sobre todo para mejorar el famoso “código de barras” o cuando empiezo a valorar el envejecimiento de una paciente de manera global y llegamos a ésta parte del rostro: “no, yo labio no, no me gustan esos labios que quedan gigantes” “esos labios que parecen dos salchichas me horrorizan”, entre tantas otras cosas, a lo que volvemos, yo les pregunto: ソ y quién te dijo que todos los labios después de ponerse ácido hialurónico quedan así? A lo que responden otra vez con frases que me llevan de nuevo a la conclusión de la malinformación.

 

Una vez llegados a éste punto imagino que muchos de ustedes, lectores, se han identificado con algo de lo que he comentado. Ahora como médico, profesional del sector, voy a brindarles información clara y objetiva, alejada del rumor y sustentada por la ciencia y el profesionalismo con el ánimo de brindarles otro punto de vista, de enriquecerles, y de que tengan más herramientas a la hora de tomar una postura o de hacer un juicio.

 

Cualquier tratamiento médico estético facial, hoy en día, sea con toxina botulínica, ácido hialurónico, otros rellenos o cualquier otra herramienta terapéutica tiene como objetivo resolver una inquietud y proporcionar bienestar a un paciente a nivel estético y psicológico. Lo que buscamos no es ponerle al paciente algo que nunca ha tenido, sino devolverme sutilmente lo que ha ido perdiendo con la edad -elasticidad, textura, ciertos volúmenes- causando una mirada triste o cansada, manchas, grietas, surcos, pliegues, flacidez con pérdida de la definición del óvalo facial, entre otros.

 

Es decir, siempre buscamos que la paciente siga siendo ella, que se vea mejor, que se sienta mejor, pero trabajando siempre desde la naturalidad y la armonía, que no sea evidente que se hizo algo, que vaya acorde con su edad y con sus facciones. Para mí si a una paciente le preguntan “qué te has hecho?” es porque es tan evidente que se hizo algo que cae dentro de lo artificial y lo considero un fracaso terapéutico. La idea es que a la paciente la vean radiante, todo el mundo le diga lo guapa que está, que la vean rejuvenecida a nivel general pero que nadie sepa evidentemente que se ha hecho algo…la idea es que sea natural y armónico repito de nuevo. Un buen médico busca siempre el equilibrio entre la eficacia y la armonía…porque, de qué sirve que la paciente quede sin una sola arruga pero completamente rellena, redonda, sin sus facciones, sin su cara??? La idea es que la paciente esté mejor, no peor!!!!

 

Generalmente suelo decir a los pacientes, que todos esos modelos que tienen asociados a los resultados de la medicina estética de X o Y celebridades, que tienen rostros artificiales y que transmiten una cierta desesperación por no envejecer son modelos de resultados en medicina estética, pero de medicina estética mal hecha. Hay muchísima gente que está muy bien para su edad, y no siempre es por la genética, realmente son pacientes que se cuidan, y acuden a buenos profesionales, pero como sus resultados son tan naturales no es evidente que se hacen hecho algo, por lo que esos resultados no los asocian con nosotros, pero realmente son ésos los resultados que una buena medicina estética ofrece. Cabe mencionar aquí, que muchas veces esos resultados artificiales de los que antes hablaba son los que el paciente desea y así lo transmite a su doctor, suele ocurrir mucho por ejemplo, en los transexuales, que buscan labios carnosos y más voluminosos de lo usual. Un buen médico aconsejará pero también respetará el sentido estético de cada individuo y se guiará por su ética y su profesionalismo siempre en pro del bienestar del paciente. Lo que buscamos en el fondo es que los pacientes sean más felices y se disfruten así mismos mucho más.

 

En el proceso de la vida todo es muy relativo, generalizar no es de prudentes ni de sabios. Una paciente se puede operar de las mamas y ponerse una prótesis anatómica en función de su estatura, de su peso, que busque devolverle los volúmenes que ha perdido después de la lactancia, o puede optar por unas prótesis de gran tamaño que se junten en el medio y le hagan el famoso “canalillo”. Puedo yo decir que las siliconas son malas? NO! Depende de cuál te pongas, cómo te las pongan, quién te las ponga, y por supuesto, depende de tu sentido estético como paciente que es producto de tu entorno, de tu desarrollo social, de tus experiencias, de tu identidad. Así mismo sucede con la toxina botulínica, los rellenos y demás, los resultados son muy variables, dependiendo de cómo te los pongan, de quién te los ponga, de tus deseos, de tu edad, entre tantos otros factores.

 

La invitación es a que abramos nuestra mente, nos deshagamos de prejuicios mal sustentados, que tengamos opiniones y juicios desde la información sólida, que empecemos a discernir con criterio y a saber clasificar lo que oímos o leemos y a que si individualmente tienes una inquietud estética pierdas el miedo, busques un buen doctor y coméntaselo y con el que sientas que comparte tu visión estética, que te comprende y te da seguridad pruebes la medicina estética y lo que puede ofrecerte, no te imaginas el mundo de posibilidades que hay detrás de éstas dos palabras y lo que puede reportarte en bienestar y salud.

 

Es maravilloso ayudar a un paciente, que es joven y que se siente joven -más ahora en un tiempo en el que una mujer es funcional, sexualmente activa, laboralmente activa y socialmente activa a edades que antes se consideraba “vieja”- pero que su rostro no transmite lo que ella es y siente, a que se sienta más ella, y se identifique realmente con lo que ve frente a su espejo. Es una oportunidad grandiosa para mí como profesional, bastante lejana a lo frívolo y lo superfluo, poder aportar a cada uno de mis pacientes una dosis de seguridad, de confianza y lo más importante de felicidad.

 

Gracias por su tiempo lectores! Más adelante escribiré para ustedes artículos más específicos hablando sobre cada uno de los tratamientos más comunes en medicina estética, con un lenguaje práctico y sencillo para que vayan conociendo poco a poco éste mundo maravilloso que combina medicina y arte. Les dejo una buena página para estar al día, la página de la Sociedad Española de Medicina Estética o SEME: http://www.seme.org/

Ser felices!

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